Situaciones difíciles que se vuelven cómicas

Hace unos días mi hijo Urko (8 años) buscaba en una enciclopedia visual información sobre el aparato urinario. Viendo su interés por el tema intente ayudarle a resolver sus dudas y la cosa derivó en poder decirle que algún día sería estéril. Una cuestión tan delicada y difícil de decir fue sencillísima, llena de humor y sin buscarlo, él me ayudo a decírselo. Hay veces que nos preocupamos demasiado por como decírselo, cuando es mejor buscar momentos cotidianos sin convertirlos en algo forzoso.

Me gustaría plasmar el momento para que os riáis como yo de la situación:

-Amatxo (mamá): ¿Qué buscas Urko?

-Urko: Lo de la bolsa del pis y por donde sale….

-A: Mira, ésta es la vejiga y sale por aquí, hasta la puntita del pene.

-U: ¿Y esto? ¿Son los huevos?

-A: Sí, son los testículos.

-U: ¿Y a nosotros se nos pueden romper?

-A: Pues sí, si te das un golpe enorme en esa zona.

-U: (cara de susto) Pero se nos rompen como…..(gesto de cascar un huevo).

-A: No, no se os sale la yema como en los de gallina.

-U: Ah, menos mal.

-A: En los vuestros crecen unos bichitos que se llaman espermatozoides, que también salen por el pene y que cuando se unen con unos “huevitos” que tienen las mujeres dentro de ellas, y que se llaman óvulos, se crean los niños.

-U: ¿Y cómo se juntan los bichitos y los “huevitos”?

-A: Pues se introduce el pene por el agujero por el que luego salen los niños…

-U: ¡Ah, vale! Lo de ñaca-ñaca (He de decir que esto ya lo traía aprendido del colegio). ¿Y entonces se hace pis ahí dentro?

-A: No, los bichitos salen con otro líquido que es como yogur. No hay que mear, es distinto y se aprende a hacer de mayor.

-U: ¿Y a mí me están creciendo los bichitos? ¡Porque yo cuando crezca quiero ser papá!

-A: Pues no lo sé cariño. Aún eres pequeño, pero igual nunca te crecen porque hay algunos hombres que no tienen esos bichitos y mujeres que no tienen “huevitos”. Pero no pasa nada porque hay unas clínicas a las que vas con la mujer que quieras que sea la madre de tus hijos, les cuentas lo que te sucede y te dan bichitos que la gente ha dejado para los que no tienen.

-U: ¡Ah, fenomenal! ¿Y entonces me los ponen dentro de los huevos y luego lo del yogur?

-A: No, se lo colocan a la mamá directamente dentro de su tripita.

-U: ¿Y a qué medico hay que ir para que me digan si me están creciendo bichitos?

A estas alturas de la conversación entra en escena su hermana melliza…… aprovecho para no tener que darle de momento más explicaciones y con el atlas les enseño el útero, las trompas y los nidos de los “huevitos” femeninos.

-A: Veis, aquí todos los meses se coloca un óvulo, el cuerpo algodona el útero como si creara un nidito para recibir a un bebé y si no llega ningún espermatozoide en unos días, pues el cuerpo es listo y decide que esa vez no habrá niño y entonces surge la menstruación.

-Hermana: ¡Ah, ya! Por eso ayer se te cayó un óvulo …

Llegado ese momento de la conversación abandono el tema porque ya me daba la risa y era mejor no seguir...

Ya sé que ésta es mi experiencia, pero con ella sólo me gustaría exponer que las cosas se pueden ir dosificando sin tener que buscar un momento ceremonioso para decirlo. Y que si es con humor ¡pues mucho mejor!